La industria metalúrgica volvió a dar señales de estancamiento en mayo, en medio de un panorama económico marcado por la recesión y la apertura importadora. Si bien el sector mostró una suba del 1,6% respecto al mismo mes de 2024, esa comparación se realiza sobre un período que ya había registrado una fuerte contracción, del 17,6%. En relación a abril, el retroceso fue del 1,1%, en un contexto signado por la caída de la actividad tras la salida del cepo.
Los números acumulados entre enero y mayo dan un alza del 3,3% frente al mismo período del año anterior. Sin embargo, el informe de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA) advierte que el nivel de actividad actual se encuentra un 11,7% por debajo del promedio de 2023 y un 14,5% por debajo de sus máximos históricos.
La utilización de la capacidad instalada (UCI) apenas llegó al 46,6%, lo que refleja el bajo nivel de producción y representa uno de los porcentajes más bajos en décadas. Pese al leve incremento interanual, la UCI se mantiene en niveles críticos para sostener una estructura industrial robusta.
Disparidades sectoriales y una recuperación que no llega
Al interior del complejo metalúrgico, las diferencias son marcadas. Algunos rubros como Maquinaria Agrícola (14,1%) y Carrocerías y Remolques (12,7%) lograron sostener mejoras, aunque con menor dinamismo que en abril. En cambio, sectores clave como Fundición (-14,7%), Autopartes (-2,3%) y Bienes de Capital (-2,1%) siguen retrocediendo, sin señales de recuperación sostenida.
También hubo avances moderados en Equipos Eléctricos (3,9%), Equipamiento Médico (2,8%) y Productos de metal diversos (1,5%), que se apoyan en una tenue mejora iniciada a fines de 2024.
“El escenario no cambia: la actividad metalúrgica continúa sin demostrar avances significativos y las importaciones crecen a un ritmo promedio mensual del 4,9%”, señaló el presidente de ADIMRA, Elio Del Re, quien además advirtió que “las importaciones de bienes de capital alcanzan valores récord, contrastando con una industria local que evidencia estancamiento y retroceso en ese mismo segmento”.
Del Re insistió en que “todos los países desarrollados cuentan con una industria metalúrgica fuerte, y Argentina no puede ser la excepción”.
El interior resiste con lo justo
En el mapa productivo federal, Santa Fe (3,8%) y Córdoba (3,5%) siguen siendo los principales motores de la actividad, empujadas sobre todo por el rubro maquinaria agrícola. También mostraron avances Mendoza (2,1%), Entre Ríos (0,8%) y Buenos Aires (0,5%), aunque con un ritmo claramente más lento que en meses anteriores.
Pese al deterioro de la producción, el empleo aún no refleja una caída drástica: se redujo un 1,9% interanual y permaneció sin variaciones frente a abril.
Por el lado del comercio exterior, las exportaciones de productos metalúrgicos llegaron a los 476 millones de dólares en abril, con una suba del 7,4% interanual. En contraste, las importaciones del rubro se dispararon un 29,4% respecto al mismo mes del año anterior, con particular énfasis en los bienes de capital, que marcaron máximos históricos.
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