Kicillof le disputa la lapicera a CFK con su propio espacio político

El sábado por la mañana el gobernador Axel Kicillof lanzó su propio espacio político, Movimiento Derecho al Futuro, y revolucionó al peronismo. La tensa tregua que venía atravesando el espacio se vio sacudida por el gesto de autonomía que marcó el mandatario bonaerense. El dirigente, que en los últimos 15 años estuvo bajo el ala de Cristina Kirchner, le disputa la lapicera a través de un espacio político propio al que adhirieron más de 40 intendentes, legisladores provinciales y nacionales, sindicatos y agrupaciones políticas que superan las 200 firmas. 

Sobre el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), desde Casa de Gobierno explicaron que «aspira a que el peronismo no se limite a un rol defensivo de resistencia o denuncia. No es suficiente con frenar las políticas de Milei; hay que demostrar que hay otro camino, que sí puede llevar al pueblo y a la Argentina a una vida mejor, a una sociedad con derechos, integración, desarrollo y bienestar». El mensaje tiene nombre y apellido.

Además se encargaron de remarcar que no apuntaban a dividir el espacio: “A este nuevo espacio lo guía un espíritu movimientista, hospitalario y plural. Lleva en su nombre el ADN de su identidad: ser parte del movimiento peronista”. Finalmente, tomaron la bandera del «futuro» y la «esperanza» y posicionaron un mensaje propositivo: «Es hora de empezar a reinventar nuestro proyecto histórico; es momento de actualizar nuestras ideas con una perspectiva de futuro, sin temor al debate interno«, reconocieron desde el kicillofismo y advirtieron que el MDF «es un movimiento más dentro del peronismo». 

El mismo sábado por la tarde, desde el entorno de la ex Presidenta, la noticia del armado del nuevo Frente – del cual se enteraron a través de la publicación oficial – no cayó nada bien: “No suma nada nuevo, no hay nuevos actores”, esgrimieron e intentaron bajarle el precio. “El movimiento que acaba de hacer Axel Kicillof divide al frente político”, remarcaron e hicieron hincapié en el timing en que lo anunció: “En el momento de mayor perplejidad del gobierno nacional con lo de la criptomoneda, él (Kicillof) pone el foco la división; es erróneo”, acusaron. 

Además advirtieron de las futuras represalias: “Esto es una división al interior de los bloques legislativos”, detallaron. No obstante, no adelantaron si, por ejemplo, los ministros que forman parte de La Cámpora y que no acompañaron el lanzamiento del nuevo Frente pondrán su renuncia a disposición.

La espuma bajó y el lunes por la tarde varios dirigentes del camporismo deslizaron que «la sangre no iba a llegar al río». Es decir, a pesar de la autonomía e independencia que demostró el Gobernador, la tan mentada «unidad» de cara a las elecciones «no correría riesgos». A pesar de ello, hubo cruces entre los principales alfiles de ambos espacios. 

El lunes por la mañana, el senador Oscar Parrilli salió al cruce: “Me parece que es absolutamente desubicado. No veo que haya motivos para hacer eso”. “Me parece fuera de tiempo, momento y lugar. No veo claramente ningún objetivo. Me parece innecesario. No aporta ni ayuda nada a la construcción del movimiento”, remarcó en declaraciones radiales. 

El ministro de Gobierno, Carlos Bianco, recogió el guante y redobló la apuesta: “El espacio viene a sumar y multiplicar, lo digo con énfasis, porque hace unas horas algunos compañeros confundieron las operaciones matemáticas y dijeron que esto viene a restar y dividir, es lo contrario”. 

En tanto, Cristina Kirchner dio una señal al peronismo que hoy no está bajo su conducción. Tras el encuentro del PJ nacional, se comunicó que la conformación de una «Mesa Política de Unión por la Patria, que integrará junto a los partidos políticos aliados». Un gesto por el que habrá que esperar respuesta y saber si se logra la tan mentada foto con los máximos dirigentes peronistas del país en una sola mesa. 

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Belen Bartoli

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