En la Argentina de 2025, el endeudamiento doméstico se transformó en una trampa: el 90% de los hogares debe plata y, lo más alarmante, el 76% de esas deudas ya está en situación de mora. La mayoría no sólo no llega a fin de mes, sino que acumula pasivos con tarjetas, bancos, prestamistas y hasta familiares, mientras destina hasta el 60% de sus ingresos a intentar cubrir lo que debe. El dato surge de un relevamiento nacional del Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE), que expone el resultado directo del deterioro económico bajo el gobierno de Javier Milei.
La encuesta, realizada en las 24 jurisdicciones del país, revela un dato clave: casi tres de cada cuatro deudas activas se contrajeron durante el primer año de gestión de La Libertad Avanza. “El dato más alarmante es que casi tres de cada cuatro deudas activas se originaron en 2024, lo que coincide con la fuerte devaluación del peso (diciembre 2023), la alta inflación del primer cuatrimestre 2024 y la depresión salarial de ese año”, explicaron desde el IETSE. La consecuencia más visible de ese colapso es la suba de embargos y bloqueos de cuentas: ya afectan al 15% de los hogares endeudados.
Tarjetas para comer, bancos para pagar otras deudas
El uso del crédito como mecanismo de supervivencia se disparó. Las tarjetas de crédito concentran hoy el 30% del total del endeudamiento, y en el 58% de los casos se usan para comprar alimentos. En segundo lugar aparecen los gastos con servicios privados, fiado en negocios, deudas con amigos, alquileres, expensas, bancos y hasta cuotas de colegios. No se trata de gastos extraordinarios: se endeudan para lo básico.
“El endeudamiento en Argentina ha dejado de ser una herramienta transitoria para convertirse en un fenómeno estructural. La creciente utilización de crédito para satisfacer necesidades básicas como la alimentación, revela un empobrecimiento de los hogares que va más allá de la coyuntura”, señala el informe.
Los hogares que acumulan más de tres deudas pasaron del 8% al 12% en un año. En este marco, también creció la refinanciación: el 34% de las deudas bancarias responde a créditos tomados para cubrir tarjetas, una especie de rueda que gira sin freno. “La mayoría de los hogares endeudados mantienen múltiples compromisos financieros simultáneos”, agregaron los autores del estudio.
Consumo por el piso, sueldos embargados y futuro incierto
El fenómeno del sobreendeudamiento se da en paralelo a una caída histórica del consumo. Las compras de alimentos, productos de limpieza e higiene llevan 15 meses consecutivos en baja, aunque en mayo repuntaron levemente con una suba interanual del 0,1%. Aun así, las grandes compras desaparecieron y las familias optan por pequeñas adquisiciones controladas, bajo la lógica del “hoy no me alcanza, mañana veo”.
El informe advierte que crece la judicialización de las deudas: el 28% ya se encuentra en esa etapa, un salto de 6 puntos respecto al año pasado. A su vez, las personas con cuentas embargadas aumentaron un 4%, alcanzando al 15% del universo endeudado. En palabras del IETSE, esto refleja “una suba preocupante de la crítica situación financiera de los hogares”.
Para peor, la expectativa de saldar deudas es baja. Sólo el 52% cree que podrá ponerse al día este año. Otro 24% lo ve muy difícil, un 18% lo postergó para 2026, y un 6% directamente no sabe si podrá. “La percepción de posibilidad de recuperación se ha estancado. Esto refleja, además de un desgaste emocional, la incertidumbre respecto al rumbo económico del país”, concluye el informe.