El encargado de Libra pagó sobornos a Karina Milei y declaró controlar al Presidente

Continúa el escándalo por la estafa de Libra. En sus últimas declaraciones, Hayden Davis enterró aún más al Gobierno de Javier Milei.

Un nuevo escándalo sacude al Gobierno Nacional con la criptogate. Hayden Davis, creador del proyecto de criptomoneda $LIBRA, en una serie de mensajes filtrados, aseguró haber realizado pagos para conseguir acceso privilegiado al presidente Javier Milei y, según él, haber ejercido control sobre sus decisiones.

De acuerdo con los mensajes publicados por el portal especializado CoinDesk, Davis expresó que tenía una relación directa con los hermanos Milei, incluyendo a Karina Milei, a quien según sus palabras, «le envió dinero» para que facilitara sus peticiones. «Le envío $$ a su hermana y él firma lo que yo digo y hace lo que yo quiero», afirmó Davis, reflejando una aparente confianza en su poder sobre el mandatario argentino.

El incidente estalló cuando Milei publicó un mensaje en su cuenta de X, invitando a los argentinos a invertir en $LIBRA, una criptomoneda impulsada por el proyecto «Viva la Libertad Proyect». El presidente aseguró que la iniciativa iba a fomentar el crecimiento económico al financiar empresas locales, pero, tras un repunte inicial, el valor de la criptomoneda se desplomó, afectando a miles de inversores. Se calcula que los creadores del proyecto obtuvieron entre 70 y 100 millones de dólares de fondos privados.

Davis, quien también se identifica como «asesor» de Milei, negó ser el principal responsable de la situación y aseguró que sus acciones fueron realizadas bajo la dirección del presidente argentino. «Lo hice en nombre de Milei«, sostuvo en una entrevista con Stephen Findeisen, un youtuber estadounidense especializado en criptomonedas. Sin embargo, las acusaciones en su contra incluyen sobornos y manipulación de la política económica del país.

En una defensa pública, Javier Milei negó cualquier implicación directa en la promoción del proyecto. Aclaró que si bien difundió el mensaje, no lo promocionó activamente, reconociendo que fue «un error» al que no se mostró indiferente. «Me comí un cachetazo», expresó el presidente en una entrevista con TN. Además, insistió en que los inversores estaban plenamente conscientes del riesgo asociado al proyecto y calificó la situación como un «problema entre privados», desvinculando al Estado de cualquier responsabilidad.

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