EL efectivo cada vez más en desuso: los pagos con QR se triplicaron en 2024

En 2024, los pagos con QR se consolidaron como el método preferido por los argentinos, registrando un crecimiento explosivo que marcó un cambio de hábitos en el sistema de pagos del país. La tendencia de digitalización de las transacciones financieras sigue ganando terreno, reflejando una disminución del uso del efectivo y un avance hacia la inclusión financiera.

Según el informe de COELSA, la empresa encargada de procesar la mayoría de los pagos digitales en Argentina, el número de cuentas bancarias y digitales se disparó un 48% durante el último año. Solo en los últimos cuatro meses de 2024, se habilitaron más de 33 millones de cuentas, sumando un total de 262 millones de cuentas activas en el ecosistema financiero argentino.

El pago con QR experimentó un crecimiento sorprendente. En el último trimestre de 2024, se registraron 157 millones de transacciones, lo que representa un aumento del 212% en comparación con 2023. Del total de los usuarios que optan por este sistema, el 62% son hombres y el 38% mujeres. Entre las edades, los Millennials lideran el uso de esta modalidad con un 62%, seguidos por la Generación X con un 25%.

Los sectores donde más se utiliza el QR son los supermercados y almacenes, con un monto promedio por transacción de $17.540. En las dos semanas previas a las fiestas de fin de año, el uso de este medio de pago alcanzó un récord de 71 millones de transacciones, con un aumento del 197% en comparación con 2023. Además, otros sectores como la gastronomía, estaciones de servicio y pequeños comercios también se sumaron a esta tendencia.

El cheque digital (ECHEQ) también gana terreno, superando al cheque físico en emisiones. Hoy en día, más de la mitad de los cheques emitidos son digitales, lo que marca un avance en la modernización de los pagos en el país.

Sin embargo, la expansión de los pagos electrónicos también trajo nuevos desafíos. Los fraudes digitales aumentan a medida que crece el volumen de transacciones. De acuerdo con los datos de COELSA, el 90% de las alertas de fraude detectadas corresponden a intentos de estafas, especialmente aquellas que involucran códigos QR y suplantación de identidad. Frente a esta situación, los bancos y proveedores de servicios de pago refuerzan sus medidas de seguridad, aunque los especialistas coinciden en que la educación de los usuarios es clave para prevenir el fraude.

En cuanto al perfil de los usuarios, los sectores de menores ingresos lideran el uso del QR, con el 68% de las transacciones realizadas por personas de niveles socioeconómicos bajos. El 27% corresponde a personas de nivel medio, mientras que solo el 5% de las operaciones son realizadas por quienes pertenecen a los estratos más altos.

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