El costo de los alquileres desmiente el discurso oficial de Milei

En los primeros meses del año, los alquileres aumentaron por encima del IPC: tener un techo es cada vez más costoso en la Argentina libertaria.

En lo que va del 2025, los alquileres en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) siguen aumentando a un ritmo alarmante, superando incluso a la inflación. Durante enero y febrero, los precios de los alquileres de departamentos aumentaron un 6,3% en promedio, mientras que las casas experimentaron una suba aún más pronunciada, del 10,2%. Estas cifras contrastan con las declaraciones del gobierno nacional, que había anunciado una desaceleración de los precios en este sector.

El aumento fue notablemente desigual dentro de la región. En febrero, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) registró un incremento del 4%, seguida por el Gran Buenos Aires (GBA) Norte con un 3,7%. En cambio, en el GBA Oeste y Sur, las subas fueron menores, con un 2,9% y 2,8%, respectivamente.

Un ajuste que golpea el bolsillo

Para las casas, el panorama fue dispar. Aunque el incremento de febrero fue relativamente bajo, con solo un 0,8%, el aumento de enero había sido mucho mayor, con un 9,3%. El acumulado en los primeros meses del año marca un 10,2% de aumento. A nivel regional, el GBA Norte fue la zona con mayores aumentos en febrero (+0,9%), mientras que en GBA Oeste los precios incluso cayeron un 1%.

El discurso del Gobierno choca con la realidad de los inquilinos

En su discurso en la apertura de las sesiones del Congreso, el presidente Javier Milei celebró la eliminación de la ley de alquileres, asegurando que esta medida había permitido una baja de hasta un 30% en los costos de alquiler. Sin embargo, los datos oficiales del INDEC muestran una realidad muy diferente: desde la derogación de la ley y la liberalización del mercado inmobiliario, los alquileres han aumentado mucho más que la inflación. En 2024, los precios de los alquileres subieron un 263%, mientras que el índice de precios al consumidor (IPC) lo hizo en un 122%. Esta diferencia se mantiene en las seis regiones del país.

A este panorama se suma un fenómeno preocupante: uno de cada cuatro inquilinos se ha visto obligado a mudarse debido a los altos costos. Actualmente, el alquiler consume el 45% de los ingresos de los hogares, lo que ha generado un aumento en el multiempleo: el 40% de la población trabaja en más de un empleo. Además, las expensas también han subido considerablemente, alcanzando el 20% del gasto total de los inquilinos.

Condiciones más difíciles para los inquilinos

Lejos de mejorar, las condiciones de los contratos de alquiler también se han deteriorado. Hoy en día, los contratos son más cortos, los aumentos más frecuentes y los desalojos más comunes. Todo esto se da en un contexto en el que el 62% de los hogares inquilinos vive por debajo de la línea de pobreza, una situación que complica aún más la ya difícil realidad del alquiler en el país.

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