17 de febrero de 2025

El consumo de leche sufrió una caída del 9% en 2024

Otra más y van: la caída en el consumo de lácteos afecta especialmente a productos como flanes y leches saborizadas.

En 2024, el consumo de productos lácteos experimentó una baja alarmante del 9,7%, con una reducción significativa en el consumo per cápita de leche, que descendió hasta los 18,8 litros anuales. Los datos provienen del último informe del Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA), que destaca la caída de productos como leches saborizadas, flanes, yogures y quesos, muy golpeados por la crisis económica y la inflación.

El consumo de lácteos reflejó una tendencia a la baja durante todo el año, con un retroceso de 2,9% en las ventas de diciembre, comparado con el mes anterior, y de 5,9% en el promedio diario de leche equivalente. En términos interanuales, se observó un repunte en el primer semestre de 2024 debido a la baja base de comparación con los efectos de la inflación de diciembre de 2023, pero el panorama general fue negativo, con un descenso de casi 10% en la compra de productos lácteos.

Particularmente, los productos de mayor valor agregado, como los quesos de pasta blanda, los quesos rallados y las leches saborizadas, sufrieron una fuerte caída en las ventas. Este fenómeno responde al alza de precios y la pérdida de poder adquisitivo de las clases medias, quienes tradicionalmente son los principales consumidores de estos productos. La caída de ventas de las leches saborizadas, por ejemplo, se acercó a los niveles registrados durante la pandemia, con una baja del 34,8% en comparación con el año anterior.

Mientras tanto, los quesos frescos, especialmente aquellos más económicos, como los cremosos y los duros, experimentaron una caída más moderada en sus ventas, lo que muestra que los consumidores priorizan los productos más accesibles debido a la inflación.

A pesar de las dificultades en el mercado interno, las exportaciones de productos lácteos también han sido impactadas, aunque con fluctuaciones: después de una caída en la primera mitad del año, se recuperaron levemente en algunos meses, pero en general mostraron una tendencia negativa en el cierre de 2024. La situación económica y la devaluación del peso frente al dólar ponen en riesgo la viabilidad de las exportaciones lácteas, a pesar de los precios internacionales favorables.

Los desafíos no parecen tener solución inmediata, y desde el OCLA señalan que el próximo periodo, que históricamente es de mayor producción, podría traer consigo una oferta en exceso en el mercado interno si la demanda no logra recuperarse. Mientras tanto, la situación externa sigue siendo incierta, con una expectativa de bajas exportaciones debido al atraso cambiario y las restricciones económicas vigentes.

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