Cuesta abajo en tu rodada

“Nada estará completo si falta la memoria
Y memoria es como por acá llamamos a la Justicia”.
Sub Comandante Marcos

La foto dentro de la foto. Eso quisiera uno recuperar como sentido y fin de la historia. El punto de mira de la memoria popular reconstruyéndose para el rito, como una joven eterna que se acicala para la seducción, consciente de que, en el fondo, sólo busca desnudarse. Ese es el instante del recuerdo construido hacia adelante. El legado inviolable de un sentimiento que se nutre de reencuentros. Y uno sale a la calle como sale a su propio relato del ayer: lleno de signos, urdido de pasiones, con las contraseñas talladas en el rostro para entrar en la marcha con un código que abrirá aquel repaso, esta emoción, el seguro abrazo compañero.

El lunes, como siempre, o acaso más que nunca, disparó un potpurrí de imágenes que encadenaron la evocación de los memoriosos con la mirada sorprendida de los recién llegados. Cada 24 de marzo está tramado por los ritos que se remozan o se inventan para hilvanar los instantes sueltos de esa construcción siempre en designio que es la historia de una Nación. Y también de un Pueblo.

Enfrente, en la vereda de lo contrafáctico, los brujos del mercado -no olvidar que siempre es por dinero-, los gurúes de la compraventa, en ladri mode on, intentaron alquimias ineficaces encargadas a demiurgos menores con el mugriento deseo de torcer la historia. Ya lo hicieron alguna vez. Ya nos birlaron héroes, reemplazaron crónicas, modificaron documentos y pasiones para vendernos una arquitectura falaz que habitan sólo los por ellos elegidos. Y ahora creen que podrían volver a hacerlo. Pasa que la anterior (o las otras veces) había, detrás de aquel constructo, personas inteligentes, cultas, verdaderamente poderosas. Hoy hay sólo ricos. Pobres ricos. Mercaderes rústicos y vulgares. Idiotas a plazo fijo. Bicicleteros.

Revelaciones

Notoria ausencia de Patricia Bullrich en la marcha del lunes 24 de marzo. No de su persona (que nunca fue ni podría ir) sino de lo que ella significa. Ni un empujón. Ni una mirada torva. Ni siquiera un gesto de desagrado. Ni un emoji de disgusto. Nada. No hubo violencia en el millón de argentinos que llenaron calles y plazas del país. Tampoco hubo policía, ni fuerzas de Seguridad, ni cobanis cosplayer pero al revés, o sea disfrazados de seres humanos. Todo transcurrió de acuerdo con los tiempos y las emociones populares. El pueblo recuerda. El pueblo reflexiona. El pueblo marcha y se manifiesta… la violencia son los otros.

También se notó mucho la pérdida de rumbo discursiva de los libertarios. Por un lado, vienen intentando reinstalar la Teoría de los Dos Demonios (que la derecha ultramontana, sabiamente, instaló antes de la conclusión del Juicio a las Juntas sirviéndose del inveterado gorilismo de Ernesto Sábato, quien escribió el prólogo de “Nunca Más”) y utilizando el asesinato del capitán Humberto Viola y su hija (ocurrido en diciembre de 1974) para transformarlo en delito de lesa humanidad, con lo que, suponen, podrían reconstruir un tramo de la historia.

Pero, por el otro, siguen ejerciendo esa virulencia estéril, apenas provocadora, de quitar el nombre de Néstor Kirchner del CCK o utilizar una retroexcavadora de Vialidad Nacional para destruir un monumento en homenaje a Osvaldo Bayer, que estaba emplazado en el ingreso a Río Gallegos.

A esta altura del debate uno debería arrancar estableciendo la verdadera cara del Gobierno: las máquinas y herramientas que debían utilizarse para la construcción (obra pública) sólo se sacan de los galpones para destruir. Pero el tema es más complejo. A falta de logros, complicado en la economía, con encuestas que lo revelan cuesta abajo, el Gobierno posiblemente inicie una espiral de provocaciones cada vez más ofensivas y violentas que cumplan con el doble objetivo de dispersar la atención de los ciudadanos a la vez que polarizar al extremo el voto anti peronista o anti popular.

La idea de encarcelar a Cristina es la cúspide de esta estrategia. Milei tiene sueños húmedos sobre el tema. Y con su habitual incontinencia verbal, cada tanto, se va de boca. Maneja “info”. Y se le escapa. Tanto que en los corrillos más o menos bien informados ya hablan de que le comunicaron a la ex Presidenta que su prisión domiciliaria está al caer. Y le ofrecieron que pensara si iba a alquilar una casa quinta o similar en el Gran Buenos Aires (como hizo Carlos Menem), o si desea volver a Calafate.

El Presidente debería meditarlo. Destruir el monumento de Bayer resultó en un masivo regreso a la obra y a la vida del escritor. No sea cosa de que la condena a Cristina la eleve al rango de Musa Democrática y la convierta en ese bastión al que peregrinen todos los que, hoy, empiezan a trabajar para que el Gobierno pierda las próximas elecciones de medio término. No sería el primer tiro en el pie que se dé el líder libertario, pero sí podría resultar el último… y en la cabeza (política, se entiende).

Indicadores

Es un secreto a voces que a Milei y su Orquesta de Cámara desafinan. Por eso les va como el culo. La Marcha del 24 de marzo pasado fue la punta de un iceberg que ramifica en todas direcciones bajo la superficie. Varias encuestas, esta semana, hablan a los gritos del derrumbe de la imagen del presidente y de la desconfianza que genera su gobierno. El acuerdo con el Fondo no se define (aunque haya varios que, de tanta fuerza que hacen, pueden terminar cagándose) y el carry trade comienza a desarmarse. Pero, vamos por partes, como decía Jack, The Ripper.

Dos encuestas relevantes: el ya famoso Domingo de Datos de Zubán&Córdoba y un estudio de la Universidad de San Andrés (imposible de ser sospechada de populista) muestran niveles de insatisfacción de alrededor del 60% de la población, lo que arrincona al gobierno en ese 30% que lo votó en primera vuelta, y quien sabe.

La consultora que presiden Paola Zuban y Gustavo Córdoba, luego de establecer que “un 58% desaprueba la gestión de Javier Milei”, considera que “la negatividad aumenta lenta pero sostenidamente y parece no encontrar techo. El cambio del tono y la evaluación del gobierno se van consolidando mientras aparecen cada vez más frentes problemáticos en la agenda política. Una sangría tras otra podría ser el título de los últimos meses”.

Sin eufemismos, estos magister en Comunicación Política creen que el Triángulo de las Bermudas que debe atravesar el gobierno une los vectores economía, inseguridad y escándalos políticos y configura una suerte de corral del cual el mileísmo apátrida no encuentra cómo salir. Incluso alguien sugirió que “de los laberintos se sale por arriba” y todos escucharon el rumor de las aspas del helicóptero.

Lo concreto es que, según el trabajo de Zuban&Córdoba, Milei alcanzó su peor imagen desde que asumió el gobierno: 58.5% negativa, y el segundo nivel de desaprobación de su gestión, con 58.4 (en octubre pasado estuvo 2 décimas arriba de este promedio). Además, el 58.8% de los entrevistados no cree que la inflación “esté totalmente controlada”; el 50% estima que vamos hacia una devaluación y más del 63% tiene una imagen negativa del FMI y está en desacuerdo con el nuevo crédito. Casi el 70% de los argentinos cree que cada uno de los acuerdos con el Fondo (22 hasta ahora, con éste serían 23) han sido negativos para el país.

Llama la atención (bah, más o menos) la aparición del tema inseguridad entre las preocupaciones de los encuestados que sostienen, en un 54,2% que ésta aumento desde que gobierna Milei. Un 58,2% opina que el Presidente habla de inseguridad, pero no hace nada para controlarla. Además, el mandatario atraviesa su peor crisis de confianza: el 57,6% recela de él. Finalmente, es interesante el bunus track de este estudio que termina midiendo la imagen de Lali Espósito, que tiene el 50,6% positiva contra el 41,1 del líder libertario. Punto para la cantante.

La Universidad de San Andrés, por su parte, presentó un estudio que dice que el 61% de los consultados están insatisfechos con la marcha del gobierno y apenas un 36% se muestran satisfechos con la marcha general de las cosas. La encuesta muestra, además, que, “entre noviembre del año pasado y marzo último, la aprobación del gobierno bajó al 45%”, lo que significa una caída de 9 puntos. La imagen de Milei tiene un diferencial negativo de 7 puntos. Notablemente, los científicos-uno de los sectores más castigados por el gobierno de La Libertad Avanza- son quienes registran la mejor valoración de la población, con un 76% de imagen positiva.

Estas cifras, que sin lugar a dudas no son definitivas, marcan, sin embargo, la caída sostenida de un Gobierno que ha mostrado una devastadora falta de músculo intelectual para revertirla. Cada idea, cada acción en este sentido, termina provocando una reacción contraria a la deseada y exhibiendo sin pudor, casi pornográficamente, la incompetencia de la craneoteca de los genios contratados a valor dólar. La Libertad Avanza, más que un think tank, tienen un honky tonk. Que el Gordo Dan no se enoje demasiado, por favor… sobre todo ahora que parece que va a ocupar el sitial de Adorni. ¡Qué traición al bueno de Johnny Viale… qué desprecio!

Intimidación gratuita

Perturbada, casi al borde del ataque de nervios, Patricia Bullrich emergió de la marcha del 24 de marzo con un profundo sentimiento de zozobra: el miércoles que Little Caputo se hizo cargo del control de la ronda de los Jubilados, todo transcurrió ordenadamente, a pesar del interesante número de personas que decidió acompañar a los viejos y, el lunes, sin más policías a la vista que los que suelen estar chateando en las distintas esquinas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cientos de miles de personas se manifestaron en paz.

“No soy más necesaria”, se dijo Patricia en un soliloquio que no fue otra cosa que la repetición de sus dudas. “Por eso me quieren mandar de candidata a la Ciudad”, concluyó. Decidió, entonces, corcovear: designó a Ramiro Anzit Guerrero como director nacional de Inteligencia Criminal (un viejo conocido de ella que registraba últimamente en Interpol pero que, durante la anterior gestión, fue responsable de la persecución a los mapuches) y a dúo organizaron y ejecutaron una represión tan inútil como violenta sobre un grupo de unos 300 jubilados que intentaron abrazar el Congreso, siempre sobre la vereda, claro.

Más de 1000 efectivos destinaron la ministra y su nuevo director (el cálculo fue de 4 miembros de las distintas fuerzas de Seguridad por cada jubilado) al operativo represivo que dejó un saldo de 38 heridos por el gas pimienta que la policía arroja directamente a los ojos; entre ellos, una nena de 8 años que volvía del dentista con su papá.

Sobre esto último, dos breves comentarios. Primero: los que preguntan con picardía crítica por qué el padre de la niña no tomó otro camino son más fascistas que los propios policías que son capaces de gasear a una criatura. Segundo: esto ocurre porque todavía la justicia no hizo nada con el miembro de las Fuerzas de Seguridad que ya había gaseado a una nena en otra marcha, en septiembre de 2024.

Toilette

Como sabe toda persona de bien por estas pampas, “Al fondo, a la derecha” quedan los mingitorios y el baño de damas. Sin embargo, para el mini-micro mundo de la Economía, esa frase significa “un nuevo préstamo”. Y no es porque la Derecha utilice al Fondo para cagarse en los argentinos. O al menos no es tan solo por eso. Es que el Mercado resulta, fundamentalmente, una timba. Los tipos (y las señoritas) que lo habitan son esencialmente pequeros. Y la adrenalina fluye más que en una mesa de Black Jack de Las Vegas.

El jueves, con los rumores de devaluación convertidos en gritos y susurros, Luis “El Toto de la Champion” Caputo aprovechó su disertación en la Conferencia Anual sobre Regulación y Supervisión de Seguros en América Latina para anunciar que el acuerdo con el Fondo era de 20.000 millones de dólares. Acto seguido, Julie Kozack, vocera del Organismo, casi haciéndole bullying al Ministro, estableció que “Las discusiones sobre el nuevo programa respaldado por el FMI se encuentran ahora en una etapa avanzada e incluyen conversaciones sobre un paquete de financiamiento considerable. El tamaño final del paquete lo determinará nuestra Junta Ejecutiva”.

La bolsa parecía una montaña rusa: subió de golpe y luego cayó más de golpe. Tanto que algunos de los jugadores salieron vomitando. Y a última hora el enchastre era tan grande que vino el equipo de limpieza del Banco Nación para tratar de asear y ordenar un poco. Para eso tuvo que comprar el 89% de las colocaciones que emitió el Palacio de Hacienda (instrumentos que el resto del mercado prefirió ignorar) logrando así mitigar (?)el fracaso del secretario de Finanzas, Pablo Quirno, ante los vencimientos por 9.2 billones de pesos.

El Central, por su parte, cerró el viernes con pérdidas de casi 200 millones de dólares en su obsesión por mantener el billete azulado en $ 1.300 mientras Wall Street se limpiaba el tujes con las acciones argentinas. En 10 días, el BCRA (que iba a ser dinamitado por Milei, nunca vaciado), vendió 1687 millones de dólares y las reservas netas cayeron en 2.313 millones para quedar debajo de los 26.000, el mínimo desde enero de 2024, o sea, desde los primeros días del Gobierno. Con más pobreza, con más desempleo, con el cierre de miles de pymes, con hambre y con enfermedad, estamos como cuando vinimos de España.

La Cage aux Folles

Como una bolsa de gatos con un perro adentro (no los gatos que ve Lilita, claro), arrancó la campaña en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con, casi, más candidatos que votantes. Mientras se cerraba este Panorama también se negociaban y cerraban las listas por lo que, esto es lo que se sabe hasta el momento.

Es Ahora BA: Leandro Santoro; La Libertad Avanza: Manuel Adorni; PRO: Silvia Lospennato; Volvamos (que hay olor a pis): Horacio Rodríguez Larreta; Evolución (UCR): Lucille Levy; UCeDé: Ramiro Marra; FIT: Vanina Biasi; Coalición Cívica: Paula Oliveto (bailando cumbia); Principios y Valores: Alejandro Kim (que nos introduce en la versión coreana del peronismo); Unión Porteña Libertaria: Yamil Santoro (que trata de afanarle votos a LLA con el nombre de su armado y a Leandro Santoro con su apellido y la señalética de su lista); Movimiento Evita (nombre que expresa que están para tratar de evitar que gane el peronismo): Juan Manuel Abal Medina; el MID, Ricardo Caruso Lombardi; y Confluencia: María Eva Koutsovitis.

Trece candidatos; feo número. Fragmentación y pase corto. Un signo de los tiempos que se profundiza por la ausencia de PASO (el 60% o 70% de los que competirán en mayo, no hubiesen obtenido el porcentaje establecido por la ley de Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias que demandan al menos el 1,5% de los votos emitidos por cada categoría) y que empuja la dispersión del voto. En el actual escenario, por ahora, todas las encuestas dan ganador a Leandro Santoro por diferencias que van entre los 5 y los 15 puntos con sus inmediatos seguidores, en la mayoría de los casos con más del 30% de intención de voto.

Algunos de los datos políticos significativos de este merengue son: el retorno de Horacio Rodríguez Larreta quien, ante una candidata del PRO tan flojita como Lospennato (pensar que cuando se puso del lado verde del debate por la Ley del Aborto algunos la llamaban compañera… el progresismo es menos que incorregible), podría recuperar antiguos verdores de parte de muchos porteños que admiten extrañarlo y detestan al Macri primo. Otra jugada que llama la atención es la del Radicalismo, que pone una candidata con mínimo rodaje electoral y mediático, afianzada en la política universitaria que no se proyecta fuertemente en las elecciones de la Ciudad.

El choque de Manuel Adorni (candidato con fórceps de La Libertad Avanza) y Ramiro Marra (a) El Expulsao, será uno de los puntos más álgidos de los comicios en esta ciudad que parece no terminar de enamorarse de los Hermanitos Milei. Pero pasa que no sobra amor, sino traición, o al menos esas son las razones que expuso Oscar Zago (a) El Diamante, para desbaratar su alianza con Macri. “No cumplen los acuerdos”, deslizó, lacónico, el legislador nacional. Chocolate por la noticia.

Finamente, en el marco de esta verdadera implosión de los armados de derecha más o menos cerril, es casi inaudito que Juan Manuel Abal Medina haga una rutilante aparición cuando, hace pocos años, en vida de Mauricio Macri, fue el encargado de pedir, despacho por despacho del bloque de senadores peronista, que dieran quorum y votaran favorablemente en la sesión en que, a la postre, se aprobaron los pliegos de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti. Inaudito, creo, porque el Movimiento Evita, de boca de su conductor Emilio Pérsico, vive llorando miseria por los recortes que el gobierno ha realizado en los movimientos sociales. Salvo que… salvo que, las buenas acciones de entonces se transformen hoy en una ayudita del gobierno porteño para que compita y, de ser posible, moleste al candidato del populismo. 

Bonariensis Pugnat

“El Peronismo, ese hecho burgués del país maldito”, podríamos parafrasear al Gordo John William Cooke mientras miramos, tomando mate, una interna que cada vez tiene más de inquinas personales y menos de política. Los mismos que pusieron el grito en el cielo porque, “en el peor momento de Milei, Axel lanzó su Movimiento Derecho al Futuro”, ahora, en otro momento más complicado aún del Gobierno, con los comicios de CABA a la vuelta de la esquina (y lo que estos influyen en el Conurbano, sobre todo primer y segundo cordón), presentaron un proyecto de ley para unificar las elecciones en la Provincia, tirando por la borda todo lo que se había estado negociando 24 horas antes entre Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner.

“Rompieron todo”, dicen que dijo el gobernador en la intimidad, aunque su on the record haya sido “hay que seguir hablando, el enemigo es Milei”. La periodista Macarena Ramírez, acaso una de las personas que más sabe de las cuestiones de la deep politik bonariensis, comentó que una fuente irreprochable le había confiado que “Hay un ´deadline¨, el jueves 3 de abril, para que se trate la suspensión de las PASO en la Legislatura. Si no hay una definición, el gobernador tomará la decisión que tenga que tomar respecto de la fecha de la elección general”. Esa decisión sería el desdoblamiento, y la imposición de una fecha anterior a la de los comicios nacionales.

Kicillof tiene buenas razones, tanto políticas como de poder. Casi 50 intendentes le piden que separe las elecciones. Por cuestiones técnicas (se votará con boletas diferentes) y electorales (no quieren enfrentar el poderío de la campaña nacional). Pero, además, hay en el mandatario bonaerense, una necesidad de plasmar una identidad, una manera de gobernar, una idea de construcción que no es la de La Cámpora.

Claro que todo esto puede cambiar bruscamente si las amenazas del Presidente en su intercambio con Cristina Kirchner se concretan y el poder decide mandar a dictar la prisión domiciliaria de la ex Presidenta antes de que su participación en las listas de las próximas elecciones sea anunciada. Y en este tema también hay un tira y afloja muy muy importante.

La semana que comienza, promete. Además de estas definiciones de la Provincia de Buenos Aires (tan ligadas al poder del Peronismo) habrá otra en el mismo sentido: el rechazo de los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, tal como aseguran que ocurrirá en la sesión del Senado nacional anunciada para jueves 3. De ser así, el escándalo institucional que sobrevendrá será para alquilar largavistas, porque lo mejor va a ser verlo de lejos. Milei tratará de sostener a “su” cortesano en el cargo para el que lo designó por DNU y la República, con todo lo que representa y significa para la vida política armónica, correrá serios riesgos.

Nos hemos acostumbrado a naturalizar el avasallamiento permanente de un gobierno que, cada vez más, navega en los límites difusos que existen entre la democracia de baja intensidad y la autocracia. Avasallamiento es una palabra cuya etimología la vincula con vasallo. Pensemos, entonces, en profundidad si de verdad somos ciudadanos. Y, de ser así, actuemos en consecuencia.

Alerta en productores de vino por derrumbe del consumo y presión fiscal

Por temor a una devaluación, continúa el aumento de precios en alimentos

No se entienden ni ellos: Espert reveló que el acuerdo con el FMI es de solo US$ 6.000 millones

About Author