29 de diciembre de 2025

Con salarios planchados, vacacionar en el país se convirtió en un lujo para pocos

Un estudio privado midió el esfuerzo económico para tomarse vacaciones y detectó que los precios locales siguen altos frente a algunos destinos fuera del país.

Planificar una escapada dentro de la Argentina para el verano 2026 exige un esfuerzo económico cada vez mayor. De acuerdo con un relevamiento académico, una familia tipo necesita en promedio $3.880.488 para vacacionar en destinos nacionales durante la segunda quincena de enero, una cifra que equivale a 2,38 salarios medios.

El mismo informe, elaborado por el Instituto de Economía (INECO) de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), comparó ese gasto con el turismo internacional. En ese caso, el presupuesto promedio asciende a $10.334.454, lo que representa 6,10 salarios medios. Aunque el monto es considerablemente más alto, la brecha con respecto al ingreso no se amplió en el último año.

Según el análisis, entre enero de 2025 y enero de 2026 la relación entre el costo de viajar y el salario promedio prácticamente no se modificó. Esto indica que la capacidad de financiamiento de las familias para vacacionar se mantuvo estable, pese a la suba general de precios. En ese marco, el turismo interno continúa funcionando como una opción de consumo relativamente resistente a los cambios en ingresos y costos.

Cuando se observan los destinos locales en detalle, Cariló aparece como el más caro del país para la temporada 2026, con un valor estimado de $10.665.172 y una variación interanual del 3,75%. Le siguen Pinamar, con un costo de $8.026.847 y una suba del 3,62%, y Mar de las Pampas, que completa el podio con $4.848.778 y un incremento del 3,37%.

El informe aclara que estos montos no incluyen la totalidad de los gastos posibles, pero permiten ordenar los destinos según su nivel de accesibilidad. En ese esquema, una familia necesita un presupuesto hasta cinco veces mayor para vacacionar en Cariló que para hacerlo en Villa Gesell.

En cuanto al turismo internacional, los viajes resultan en promedio 2,7 veces más caros que los domésticos, con una variación del 4,18% entre los destinos analizados. Nueva York, Madrid y Río de Janeiro figuran entre los más relevantes del relevamiento. Sin embargo, el estudio marca algunas comparaciones llamativas: el costo de unas vacaciones en Cariló se equipara al de Miami, y el esfuerzo económico para viajar a Santiago de Chile es menor que el requerido para 13 de los 25 destinos nacionales incluidos.

Otro de los puntos destacados del trabajo es la evolución del salario medido en dólares. El RIPTE valuado al tipo de cambio oficial muestra un aumento cercano al 50%, lo que mejora el poder adquisitivo frente al turismo internacional. Este fenómeno explica por qué algunos destinos en el exterior resultan relativamente más accesibles que los locales, aunque el informe advierte que se trata de una situación frágil, sensible a cambios en el dólar o a una aceleración de la inflación.

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