Por Pablo Ferrari (de Justicialismo Económico).-
Luego de la imposición del patrón oro-dólar desde los acuerdos de Bretton Woods y su implementación finalizada la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos también fue imponiendo sus intereses a través de los principales organismos multilaterales creados desde entonces, como el FMI.
El 15 de agosto de 1971, Estados Unidos rompió unilateralmente ese acuerdo: el dólar dejó de tener respaldo en oro. El dinero estadounidense se impuso como dinero cuasi mundial y en parte pudo hacerlo debido al acuerdo con Arabia Saudita, que aceptaba el dólar a cambio de petróleo a cambio de seguridad militar.
A partir de entonces, el FMI inundó de deuda en dólares al mundo, como en el caso argentino desde 1976, con excepción del período 2003-2015. En la denominada globalización, el dólar tuvo su apogeo.
Fragmentación y debilitamiento de la hegemonía del dólar
En el informe del FMI “La fragmentación geoeconómica y el futuro del multilateralismo” de enero de 2023, el organismo analiza diversos aspectos de la fragmentación del mercado mundial en curso: “Los acontecimientos geopolíticos recientes han aumentado el riesgo de fragmentación en el sistema de pago internacional. Después de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, se prohibió a los principales bancos rusos utilizar SWIFT, limitando así su capacidad de realizar transacciones con el resto del mundo […] Rusia se vio obligada confiar en su estándar de mensajería”, y sostiene que otros países pueden seguir su camino.
La obligatoriedad de potenciar espacios monetarios diferentes descripta implica que la fragmentación impacte en otras funciones, como la de reserva de valor, y formas dinerarias, como el crédito. El FMI analiza que esto “podría dar lugar a cambios en las preferencias de los países sobre la composición monetaria de sus divisas y reservas […] la futura transformación del comercio, finanzas, y las cadenas de valor mundiales influirán en la demanda transaccional y facturación en diferentes monedas […] pueden reducir la demanda de dólar estadounidense”, prevé el informe.
En efecto, la fragmentación comercial y productiva que se cristalizó desde la guerra con epicentro en Ucrania hace poco más de un año, tiene su complemento financiero en el proceso de desdolarización.
Encabezado por China y Rusia, el BRICS es el motor de esta transformación. Días atrás, China y Brasil resolvieron que su intercambio comercial no continuará como hasta ahora: ya no será más en dólares sino en sus respectivos dineros nacionales. Además, el yuan ya superó al euro en las reservas de divisas del Banco Central de Brasil, alcanzando el 5,37% de las mismas.Arabia Saudita, India e Irán también están avanzando en comerciar dejando el dólar de lado y haciéndolo en sus propias monedas. Incluso, el gobierno francés le compró a una empresa china más de 60 mil toneladas de gas natural licuado, pagándolos en yuanes.
En su reciente visita a China, el presidente brasilero, Lula da Silva, planteó: “¿Por qué todos los países están obligados a hacer su comercio amarrados al dólar? […] ¿Quién decidió que el dólar sería la moneda (global)? Hoy un país necesita correr detrás del dólar cuando podría exportar en su moneda propia […] ¿Por qué un banco como el de los BRICS no puede tener una moneda que pueda financiar la relación comercial entre Brasil y China, entre Brasil y otros países de los BRICS?», añadió.
Argentina
Simultáneamente, la tendencia dolarizadora continúa en Argentina, agravada por la deuda con el FMI tomada por el gobierno anterior, cuyo proyecto es la imposición del dólar como dinero de curso legal.Algunos de los holdings transnacionales locales y extranjeros más concentrados rechazaron la propuesta de Argentina y Brasil para comenzar un proceso hacia una moneda común, que podría tener un punto de apoyo en los abundantes recursos naturales si los administrara el Estado, La energía y el litio regionales serían vitales, que Estados Unidos parece considerar casi propios en algunos de sus informes oficiales.
Ningún proyecto nacional y popular en Argentina puede proyectarse sin tomar este tema como punto de partida. En definitiva, como entendía Perón, “la verdadera política, es la política internacional”. La moneda está girando en el aire.
* Pablo Ferrari es economista e integrante de Justicialismo Económico.