El PRO de Mar del Plata lanzó una iniciativa para transformar el emblemático complejo de hoteles sociales de Chapadmalal en un «nuevo Puerto Madero» bajo un esquema urbanístico mixto público‑privado. El escandaloso proyecto, llamado «Corporación Urbanística Chapadmalal», fue presentado por Emiliano Giri, vocero del intendente Guillermo Montenegro y presidente del PRO local.
Según Giri, «el modelo se inspira en la experiencia de Puerto Madero: un esquema público‑privado moderno, con gobernanza transparente y desarrollo urbano planificado». Como informó Tiempo Argentino, la propuesta prevé revalorizar las 75 hectáreas del complejo con viviendas multifamiliares, un campus universitario, un centro de salud, deporte, bicisendas y una «playa activa».
El plan contempla financiamiento inicial público, fideicomisos, concesiones y créditos de organismos multilaterales como CAF, BID o FONPLATA. La intención es atraer inversión y generar recursos para infraestructura hídrica en la zona sur de Mar del Plata, aún dependiente de agua de pozo. Cambia 180 grados la intención del complejo, que fue creado para que puedan vacacionar los hijos de los obreros, mientras que los macristas ahora pretenden que sólo los puedan utilizar los hijos de los millonarios.
Miramar alertó sobre el riesgo social
El intendente de General Alvarado, Sebastián Ianantuony, había alertado a Deuda Prometida que el plan pone en riesgo el turismo social: “Las prioridades de Miramar incluyen la recuperación del turismo social para familias de ingresos medios y menores”, dijo, advirtiendo que «lo innecesario es generar negocios en algo que fue concebido para garantizar el derecho al disfrute de todos los argentinos«. Según Ianantuony, su municipio, que es aledaño, está concentrado en garantizar que el turismo social no se privatice.
El complejo Chapadmalal, creado en 1945 por la Fundación Eva Perón, es patrimonio histórico nacional desde 2013 y albergaba nueve hoteles y múltiples bungalows destinados a trabajadores y jubilados. El gobierno de Javier Milei lo transfirió a la Agencia de Administración de Bienes del Estado tras ser declarado «innecesario» por la administración libertaria.
El debate gira en torno a dos modelos opuestos: uno busca convertir la zona en un enclave costero residencial y turístico de lujo al estilo Puerto Madero; el otro defiende su carácter social original. Giri apuesta a una nueva gobernanza urbana, mientras que desde Miramar llaman a priorizar la recuperación y el acceso de las familias al complejo social.
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