El intendente Julio Alak hizo busca esclarecer la cantidad de comedores comunitarios que funcionan en los barrios de La Plata luego de haber encontrado serias irregularidades en el manejo del dinero de su antecesor, Julio Garri. El municipio asiste mensualmente con más de $ 15 millones.
La secretaría de Desarrollo Social municipal detectó la existencia de 500 tarjetas alimentarias, a las que el Municipio descargaba efectivo para la compra de alimentos frescos destinados a comedores barriales, reveló El Día. Sin embargo, cuando la nueva gestión convocó a las organizaciones sociales administradoras y beneficiarias de estos fondos, asistieron los responsables de sólo 102 plásticos.
“Creemos que en la Ciudad puede haber unos 500 comedores. Pero, cuando llegamos, no encontramos registros de éstos ni rendiciones de cuentas de la mercadería adquirida ni de la cantidad de gente que asiste a cada uno. Ni siquiera sabemos dónde están”, explicó el secretario de Desarrollo Social municipal, a cargo de Nicolás Carvalho, en diálogo con el periódico.
El funcionario contó que, ante la convocatoria que realizó su cartera, asistieron representantes de una docena de organizaciones sociales, que dieron cuenta del uso de unas 120 tarjetas. “Como del resto no supimos nada, las dimos de baja”, explicó. Y añadió que el hallazgo fue puesto a disposición del Intendente, en caso de que la irregularidad deba sumarse a la denuncia judicial que la semana pasada inició contra la anterior gestión del macrista Julio Garro.
La asistencia alimentaria en la Ciudad cuenta con tres patas principales. Una de ellas es la del Servicio Alimentario Escolar (SAE), que se basa en fondos provinciales y es gestionado por la secretaría de Educación municipal.La segunda pata proviene del ministerio de Desarrollo de la Comunidad provincial, que, según afirmaron desde el Municipio, brinda a los comedores de la Ciudad unos 50 mil kilos de alimentos secos.
En tercer lugar, las tarjetas alimentarias, adquiridas por la Municipalidad con fondos propios, por “más de 15 millones de pesos mensuales”. Estas tarjetas se otorgan al responsable del comedor comunitario para la compra semana de alimentos frescos, como lácteos y verduras.Sin embargo, sostuvo Carvalho, en la Comuna “no hay registros de los comedores destinatarios de los alimentos que supuestamente se adquieren a partir de esas tarjetas”. Y siguió: “Menos aún, una rendición de cuentas que dé cuenta de lo comprado ni la cantidad de personas que asisten a cada lugar”.
Por eso, luego de realizarse la convocatoria y ante la ausencia de responsables de unas 398 tarjetas, dijeron, la Comuna la canceló ante el banco Provincia.“No se presentaron los responsables y no había sustento administrativo para su continuidad”, dijo Carvalho, con prudencia sobre los motivos en los que puede derivar la cuestión.