El Gobierno estableció la suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias de cuarta categoría al equivalente a 15 salarios mínimos, vitales y móviles. Según el propio decreto 473/2023, el piso de ingresos que abonará el tributo para personal en relación de dependencia estará en $1.770.000.
Asimismo, “con la idea de que el impuesto recaiga, únicamente, sobre los mayores ingresos derivados del trabajo personal ejecutado en relación de dependencia y en las jubilaciones y pensiones de privilegio” (Decreto 473/2023), el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció el envío de un proyecto de ley en el que tales ingresos sean los únicos que queden gravados por la cuarta categoría del impuesto a las ganancias.
Esto último toma una notable repercusión, entre otras cosas, por las expectativas que genera cuál será el posicionamiento de los dos grandes bloques de la oposición que han hecho de la baja de impuestos un eje de campaña. Así, por ejemplo, el costo de la eliminación de los derechos de exportación más que duplica el costo de esta medida en términos de recaudación.
Un informe realizado desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), estima que el impacto del impuesto a las ganancias de cuarta categoría sobre la recaudación total estimada para este año sería del 3%.
Por otra parte, en el informe se observa la evolución del porcentaje de trabajadores alcanzados por el tributo sobre el total de trabajadores registrados, destacándose el aumento producido entre 2015 (12,2%) y 2019 (23,2%) –como consecuencia de la desactualización del mínimo no imponible y la destrucción de más de 250 mil puestos de trabajo-. En términos nominales, alrededor de un millón de trabajadores adicionales fueron alcanzados por ganancias en ese período.
Sin embargo, las actualizaciones del mínimo no imponible registradas desde 2021 a la actualidad (antes del decreto), han llevado a 9,5% la cantidad de trabajadores alcanzados por ganancias –es decir, más de un millón de trabajadores han dejado de pagar el tributo en este período-.
A su vez, con esta medida, alrededor de 800 mil trabajadores dejarían de pagar ganancias, llevando a 0,9% el porcentaje de trabajadores alcanzados por el tributo. Asimismo, según el propio ministro de economía, representaría una mejora del 21% en el ingreso de esos trabajadores. El impuesto a las ganancias es uno de los tributos más progresivos del sistema tributario argentino, representando en su totalidad alrededor del 20% de la recaudación. Sin embargo, la actualización del mínimo no imponible formaba parte del reclamo de algunos sectores sindicales, señalando que debía asegurarse la progresividad del tributo evitando que su carga neutralice la política salarial adoptada -como indica el propio decreto-.
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