Los presidentes de la Argentina, Alberto Fernández, y de Brasil, Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva, coincidieron en «profundizar la relación estratégica» entre ambos países, además de impulsar el crecimiento del Mercosur, del cual son los principales socios. Al mismo tiempo, unificaron críticas hacia el expresidente Jair Bolsonaro.
En una declaración conjunta a la prensa en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, después de haber mantenido una reunión bilateral de alrededor de dos horas, Fernández calificó de «maravillosa» la jornada con su par brasileño y subrayó que es el «origen» de una «vinculación estrecha mucho más profunda que durará por las próximas décadas». «Todos saben del cariño profundo y admiración que siento por el amigo Lula», señaló, y enfatizó que «es un líder y un gran estadista».
Asimismo, recordó haberlo visto «hace ya 20 años iniciar un proceso político que sacó a millones de personas brasileñas de la pobreza» en su país y también «liderar en los años que fue presidente también a la región» latinoamericana.
Por eso, Fernández manifestó que «se está dando inicio a otra etapa» con esta reunión bilateral y remarcó que «nos siguen vinculando exactamente los mismos problemas y las mismas necesidades que teníamos» en el comienzo de la relación diplomática, hace 200 años. «Por Brasil pasó Bolsonaro y por Argentina pasó (el expresidente Mauricio) Macri y los desafíos que tenemos son muy parecidos«, puntualizó.
Al respecto, enumeró que el «primer desafío es consolidar la democracia y las instituciones». En ese momento, el Presidente, mirando a Lula, le dijo: «Quiero que sepas, querido amigo, que desde Argentina vamos a estar siempre a lado y no vamos a dejar que ningún delirante ataque la democracia y a las instituciones de Brasil». «No vamos a dejar -insistió- que ningún fascista se lleve de arriba el ataque a la soberanía popular. Nos conocemos y sabemos que nuestros pueblos no quieren odio sino libertad y diálogo, y también quieren bienestar y justicia», completó.
El jefe de Estado rescató que «si hay algo que tenemos en común es la necesidad de integrar a la América latina», y agregó que hablaron de la «mayor integración de los países, de fortalecer, hacer más eficiente y potenciar el Mercosur». Además, puso de relieve que se habló de «volver a poner en marcha a la Unasur» (Unión de Naciones Suramericanas), el bloque regional que funcionó en tiempos de los expresidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández, como así también de «aprovechar la reunión de mañana de la Celac con el propósito de favorecer la integración de la región». En otro tramo de su declaración, propugnó «organizar un entramado energético que garantice el desarrollo de nuestros pueblos», además de resaltar la «posibilidad de que el gas de Vaca Muerta llegue a Brasil» así como la «electricidad de Brasil llegue a nosotros».
Lula, quien está iniciando su tercera Presidencia en Brasil, valoró por su parte los acuerdos firmados y le agradeció a Fernández haberlo visitado en prisión cuando estaba encarcelado. «Jamás olvidaré la solidaridad del pueblo argentino. Quiero decir públicamente gracias compañero por todo el cariño demostrado en aquel momento y por el cariño en esta nueva relación entre Argentina y Brasil», expresó.
El presidente brasileño ponderó la relación con los expresidentes Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina Fernández, que calificó de «privilegiada». En ese aspecto, aseveró que Brasil «históricamente vivía de espaldas a Sudamérica y mirando hacia Europa» y en su gestión Argentina «pasó a ser tercer socio comercial de Brasil». Lula se congratuló de que «hoy se ha retomado una relación que jamás debería haber sido detenida».
En otro pasaje de su declaración, el Presidente de Brasil expresó un «pedido de disculpas al pueblo por todas las groserías» proferidas por Bolsonaro. «Yo digo que es un genocida por la falta de cuidado y de la responsabilidad y por todas las ofensas que le dijo al presidente Fernández«, subrayó. Al respecto, amplió que Brasil «no tiene el derecho de buscarse enemigos, tenemos que construir socios«.
Por último, prometió que «cuando termine mi mandato la relación será la mejor relación, no porque tenga preferencia sino porque Argentina es un gran país, ya que fue la quinta economía del mundo». «Puedo afirmar que hoy es el comienzo de una nueva historia, estén seguros, Argentina será tratada con el cariño y el respeto que siempre se mereció y ni el futbol nos dividirá porque los intereses son mas importantes y seremos socios en todas las cosas», concluyó.
La reunión bilateral se realizó en el Salón Eva Perón y ambos estaban acompañados por los respectivos cancilleres, Santiago Cafiero y Mauro Vieira, y los ministros de Economía, Sergio Massa y Fernando Haddad, respectivamente, así como por las primeras damas, Fabiola Yáñez, y Janja da Silva, informaron a Télam fuentes oficiales.
También estuvieron la secretaria de Asuntos Estratégicos, Mercedes Marcó del Pont; y el embajador en Brasil, Daniel Scioli, por Argentina, y por Brasil el asesor presidencial Celso Amorim y el embajador de ese país en la Argentina, Reinaldo Salgado. Luego, todos se dirigieron al Salón Blanco para la declaración conjunta, donde también estuvieron el jefe de Gabinete, Juan Manzur; los ministros de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus; de Salud, Carla Vizzotti; de Defensa, Jorge Taiana, y de Seguridad, Aníbal Fernández; los secretarios General de la Presidencia, Julio Vitobello; de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación, Cecilia Nicolini, y de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca; la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, y los diputados nacionales oficialistas Carlos Heller y Eduardo Valdés.
En la conferencia de prensa posterior a la declaración conjunta, los mandatarios hablaron de la posibilidad de que ambos países tengan una moneda en común para utilizar en el intercambio comercial. Fernández señaló que «no sabemos cómo funcionaría» una moneda común «en nuestros países o en la región», pero sí conocen «de monedas extranjeras y lo nocivo de todo eso», y por eso «celebro la vocación de Brasil» de plantear esta idea.
«Si no nos animamos a cambiar seguiremos padeciendo los mismos males», puntualizó, y refirió que «el vínculo entre Argentina y Brasil va a motorizar a América Latina». Lula recordó que «hubo una experiencia entre Brasil y Argentina, en donde cada uno pagaba en su moneda. Fue una experiencia pequeña, algo opcional». Ahora los «ministros de Hacienda, con sus equipos, van a hacer una propuesta para transacciones entre los dos países y que se haga con una moneda común», dijo.
Eso se tratará «después de mucho debate y reuniones, para que el comercio exterior no dependa del dólar», expresó el mandatario brasileño, y bregó «por una moneda del Mercosur, como intentaron los países del Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica)». «Va a suceder y servirá para países con dificultades para acceder al dólar», en la cual los bancos centrales «determinarán el tipo de moneda para transacciones», destacó Lula.