La evaluación de la emisión de nueva deuda, vendida por el ministro de Economía, Luis Caputo, como la vuelta a los mercados internacionales, tuvo un saldo negativo por donde se lo mire, ya sea, desde una perspectiva pro mercado o heterodoxa. La tasa, anunciada al 6,5% terminó siendo de 9,26%, y el monto, anunciado de 1000 millones de dólares, fue de USD 910 millones. El vencimiento de enero es de 4000 millones de dólares, es decir, se recolectó menos de la cuarta parte de lo que hay que pagar.
El spread entre la venta de la operación y su resultado final terminó generando el efecto contrario entre los inversores que siempre miran con desconfianza los manotazos de último momento que suele pegar Caputo. A la vista de todo el mercado quedaron las convocatorias a los bancos, aseguradoras y empresas locales a que le compren el título, y encima la cosecha fue magra: el Gobierno apenas consiguió USD 910 millones. Economía aspiraba a juntar un mínimo de USD 2.000 millones, casi la mitad de los vencimientos que deberá afrontar en enero.
Además, tampoco fue vuelta a los merados internacionales porque el bono está emitido en legislación local, lo que genera inestabilidad en los inversores que terminan demandando más tasa a cambio.
El economista especializado en finanzas, Sergio Chouza, sostuvo en diálogo con Deuda Prometida que “a todas luces en la licitación no fue buena”. “El gobierno lo tomó como una primera excursión al mercado voluntario de crédito. Diría que de voluntario tuvo muy poco porque hubo muchos llamados y apeló a buscar entre jugadores del mercado del local doméstico, para que le dieran una mano e integraran ofertas. De hecho, no se sabe, obviamente no se publica este dato, pero es evidente que la gran mayoría de los fondos recaudados provienen de bancos y aseguradoras minoristas, son muy pocos menos, retail serán solo del 3%. Y aun así no hubo una oferta muy significativa por parte del mercado. Las ofertas a 1400 millones de dólares, que es una cifra muy baja. Tenían una hipótesis de máxima de juntar todo el vencimiento de enero, que es de 4200 millones de dólares. Entonces le llegaron ofertas por 1400 millones de dólares pero a un precio muy alto o sea una taza muy alta. Entonces ni siquiera tomaron todas las ofertas, los 1400 millones, tomaron finalmente solamente 1000 millones, y como va con descuento termina recaudando 910 millones, o sea solamente un 22% del vencimiento del 9 de enero”, analizó Chouza.
“El resto a pagar el mes próximo lo van a tener que recolectar con alguna martingala financiera, van a tener que volver a hacer un repo con bancos, garantizando con títulos públicos o van a tener que activar un nuevo tramo del swap con Estados Unidos”, evaluó.
Chouza marca que este nuevo endeudamiento no solo fue malo en el presente, sino que genera malas expectativas a futuro porque, según explica, la tasa de interés genera problemas en sostenibilidad. “Si bien es un monto bajo para un bono a cuatro años se está pagando una tasa de interés muy alta y si, eso luego, se replica al renovar toda la deuda a estos parámetros de tasa interés, se te vuelve una bola de nieve insostenible, porque se va a poder hacer crecer la capacidad de generación de dólares o crecimiento de la economía a una velocidad equivalente a la tasa de interés a la cual se está comprometiendo a pagar”.
“Eso es lo que hace que cada vez las exigencias de ajuste fiscal sean mayores para poder costear esos intereses tan altos, se desplazan partidas del gasto, cada vez tenés menos plata para transferencias a las provincias, para salud, para ciencia para todas las funciones del Estado nacional. Fue preocupante esta licitación, pero Caputo no deja de ser un malabarista financiero, con lo cual, veremos cómo resuelve de acá a dentro de menos de un mes el pago de enero”.
Otro de los economistas que salió a criticar a Caputo fue su antecesor en el cargo, Martín Guzmán, quien sostuvo que “lo importante no es el cupón, sino la tasa real que paga el Estado”. Guzmán no criticó que Argentina aspire a financiar vencimientos mediante la colocación de deuda pero destacó que debe hacerse a tasas sostenibles. “La sostenibilidad de la deuda —y la posibilidad de evitar otra dinámica aplastante, como la que dejó el gobierno de Mauricio Macri— depende de la tasa real que terminemos pagando”, advirtió.
El economista evaluó que a futuro las colocaciones con tasas más altas podrían llevar a dos escenarios riesgosos: fuertes amortizaciones que presionen sobre la actividad y la inflación, o la necesidad de un nuevo canje de deuda por insostenibilidad, similar al de 2020.
A Caputo le cobran más caro que a las provincias
Mientras Caputo terminó pagando un 9,6%, los estados provinciales de Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires lograron conseguir mejores tasas.
Santa Fe consiguió 800 millones de dólares a 9 años con una tasa de interés del 8,10%. El ministro de Economía santafesino, Pablo Olivares, informó que “se recibieron ofertas por USD 1.800 millones de más de 111 grandes inversores internacionales y más de 1.200 inversores minoristas”. “Ese monto de oferta global incluyó una oferta local por USD 350 millones realizada por más de 800 inversores bancarios, institucionales y minoristas de la Argentina, lo cual es una fuerte señal de apuesta de inversores nuestro país a invertir en el crédito de la Provincia de Santa Fe”, destacó y prometió que ese dinero será destinado realizar obras estratégicas y potenciar el desarrollo productivo.
La Provincia accedió a U$S 800 millones que permitirán acelerar obras clave en materia de energía, infraestructura productiva, logística, seguridad y desarrollo social. “La operación confirma la fortaleza fiscal y la solvencia institucional del gobierno provincial para salir a los mercados internacionales en condiciones favorables”, destacó Olivares, que encabezó la misión que cerró la operación este jueves en Wall Street.
En tanto, Jorge Macri colocó la semana pasada un bono y logró 600 millones de dólares al 7,8% a través de la emisión de nueva deuda de la Serie 13 del Bono Tango a 7 años. La colocación se realizó bajo ley inglesa, en tanto que las entidades financieras que participaron fueron BofA Securities, Deutsche Bank Securities, JPMorgan y Santander como colocadores internacionales y los bancos Galicia, Santander Argentina, Balanz Capital Valores y Banco de la Ciudad de Buenos Aires como colocadores locales.
En tanto, en la provincia de Buenos Aires, todavía no se tomó la decisión de salir a colocar bonos, es decir, de tomar deuda. Este lunes el ministro de Gobierno Carlos Bianco sostuvo que actualmente “no hay ningún trámite pendiente hoy, no se ha enviado nada porque todavía no han sido necesarios, pero cuando lo enviemos debería ser una cuestión de días esa aprobación” y añadió que “por lo tanto, no hay ninguna razón para que el gobierno nacional no le habilite a la provincia de Buenos Aires cualquier pedido de emisión de letras, cualquier pedido de endeudamiento”.
Por último, el ministro cuestionó declaraciones del Jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y aseguró que “el ministro Adorni dijo falsamente que no se cumplían determinados requisitos y que por eso, sin déficit, no hay necesidad de deuda”. En contraposición, señaló que “ahora, se supone que el gobierno nacional tiene superávit, pero se ha endeudado con veinte mil millones de dólares con el FMI, con veinte mil millones de dólares con el Tesoro de los Estados Unidos y ahora hizo una emisión de mil millones de dólares la semana pasada, de deuda”.
“Entonces, es contradictorio. Ellos dicen tener superávit y, por lo tanto, no necesitarían deuda, pero es el gobierno que más se ha endeudado, junto con el gobierno de Mauricio Macri, en los últimos años. O sea, que es falso y contradictorio lo que dice Adorni”, concluyó Bianco.
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