El FMI volvió a presionar a Caputo y reclamó una suba urgente de reservas en el Central

El Fondo Monetario Internacional endureció nuevamente su postura frente al rumbo económico del Gobierno y señaló que la estrategia actual no alcanza para recomponer las reservas del Banco Central. La advertencia apunta directo al ministro Luis Caputo, que viene defendiendo la performance de su equipo económico en medio de la tensión por los números externos.

Desde Washington, la vocera Julie Kozack remarcó que “la política monetaria y cambiaria tendrán que tener aportes más ambiciosos para acumular reservas, lo que ayudará a Argentina a afrontar eventuales shocks y facilitará el acceso a los mercados”. El comentario llegó después de que Caputo asegurara que su gestión es “el que más reservas compró en la historia”, una frase que sumó ruido dentro de la negociación.

Kozack explicó que el organismo necesita ver un esquema monetario y cambiario “coherente”, y sostuvo que las autoridades locales deben “aprovechar la ventana de oportunidad para implementar un marco monetario y cambiario” que refuerce la estabilidad externa. La funcionaria avisó que cumplir con la meta anual se volvió cuesta arriba: “En este momento, cumplir con la meta de reservas a fin de año será desafiante, pero es indispensable que se acumulen reservas en el período contemplado”, señaló.

En las próximas semanas aterrizará en Buenos Aires una misión técnica encargada de preparar la auditoría que el staff planea para enero. Ese trabajo incluirá el recálculo de las reservas sin contabilizar el swap con Estados Unidos, tal como indicó la vocera: “En el FMI tenemos un marco para evaluar que trato darle a instrumentos de esta índole y ese marco se aplica a la línea de swap de Argentina. Es algo que vamos a mostrar en informe del personal técnico. Los detalles de esa línea de canje estarán en forma coherente con nuestro marco técnico”.

Aun con sus reparos, Kozack marcó que el organismo ve avances en algunos frentes del programa y estimó un crecimiento del PBI del 4% para 2025. Pero la presión sobre las reservas volvió a quedar en el centro: otro mensaje directo para un ministro que intenta mostrar fortaleza mientras el Fondo insiste en que la economía necesita un ajuste más profundo.

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