4 de diciembre de 2025

El consumo de lácteos no repunta desde la asunción de Milei en 2023

El sector muestra señales de estancamiento y un cambio fuerte en los hábitos de compra.

El mercado de lácteos atraviesa un escenario cada vez más ajustado. Los datos más recientes del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) muestran que, aunque hubo cierta recomposición a lo largo de 2025, el consumo todavía quedó muy lejos del nivel que tenía antes del inicio del gobierno de Javier Milei. La caída de 11,3 puntos entre enero y octubre de 2024 dejó una brecha que la mejora parcial de este año, de apenas 6,1 puntos, no logró compensar.

El organismo detalló que el rebote de octubre frente al mes previo no cambió el panorama de fondo: el consumo interno continúa frenado y el retroceso del año pasado todavía condiciona a toda la cadena. En quesos, por ejemplo, la industria llegó al mismo volumen de ventas que en 2023, pero eso se dio con un uso mayor de leche, un indicador de menor eficiencia y de un mercado interno sin dinamismo. La combinación entre menor elaboración y un consumo débil derivó en un crecimiento de los stocks, que presiona sobre los costos del sector.

El comportamiento del consumidor da otra señal del deterioro. La pérdida del poder adquisitivo empujó a muchas familias a buscar segundas y terceras marcas, y a priorizar productos básicos y de menor precio. Los lácteos con mayor valor agregado quedaron relegados y perdieron presencia en las góndolas, mientras que la leche fluida, los yogures y los postres lácteos siguieron en baja. La primarización del consumo avanzó y achicó los márgenes del mercado interno.

El OCLA marcó que la recuperación del año entró en una fase de enfriamiento. Entre enero y octubre se anotó un crecimiento de 6,8% en volumen y de 7,8% en litros equivalentes, pero la industria sostuvo que ese repunte no alcanza para compensar la caída previa. «En los últimos dos meses, se ha notado una desaceleración en el consumo, con menos demanda de productos de valor agregado, mientras que el consumo de commodities se ha mantenido gracias a mayores ofertas y promociones, lo que ha impactado en los márgenes de ventas», señaló el informe.

A esto se suman los aumentos en tarifas y servicios esenciales —gas, electricidad, agua, transporte, salud y educación— que absorbieron una parte creciente del ingreso y achicaron el presupuesto destinado a alimentos y bebidas. El Balance Lácteo indicó que, aunque hubo una mejora en el poder adquisitivo medido en litros de leche equivalentes, ese alivio quedó opacado por el peso de los gastos fijos.

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