2 de diciembre de 2025

Entre el odio y la desprotección, el 25N expuso un país que dejó solas a las mujeres

Un año de recortes y señales oficiales de desprecio profundizó la violencia de género en todo el país.

Cada 25 de noviembre se recuerda a las hermanas Mirabal, asesinadas en República Dominicana por su activismo político y por desafiar la lógica patriarcal de la dictadura de Rafael Trujillo. Su historia sembró la base del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, una fecha que nació para denunciar la persecución machista en todas sus formas. Este año, en la Argentina, el homenaje toma un tono más urgente por el avance del odio, la ausencia de políticas públicas y una espiral de violencia que afecta a mujeres y diversidades.

El escenario local se endureció desde que el Gobierno desarmó programas estatales para prevención de violencias y habilitó un discurso de burla, descalificación y sospecha hacia el movimiento transfeminista. El clima se sintió tanto en la calle como en las instituciones, con señales de retroceso en derechos conquistados y una nueva onda de ataques dirigidos.

Un país sin red de contención

Organizaciones feministas vienen marcando que el deterioro no se limita a los femicidios. La persecución política también golpea a mujeres y diversidades. La prisión de Milagro Sala abrió una etapa de disciplinamiento que recrudeció en los últimos años, con picos como el intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner en 2022. El año pasado se eliminó el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad y, en 2025, la detención de la presidenta del Partido Justicialista volvió a encender alarmas. A eso se sumó la criminalización de escraches y la detención de cuatro mujeres por una protesta.

La situación se profundiza con el aumento de los crímenes motivados por el género. Según el Observatorio de femicidios en Argentina Adriana Marisel Zambrano, entre el 25 de noviembre de 2024 y el 22 de noviembre de 2025 hubo 260 víctimas de violencia machista: 237 femicidios y femicidios vinculados de mujeres y niñas, 3 trans/travesticidios, 1 lesbicidio y 19 asesinatos de varones y niños en contextos relacionados.

Solo entre octubre y lo que va de noviembre se registraron 36 femicidios, 1 trans/travesticidio y 5 femicidios vinculados de varones. Desde Casa del Encuentro alertaron:
“Un nuevo 25N en que las violencias hacia las mujeres, niñas, adolescentes y diversidades no disminuyen, por el contrario, se acrecientan. La violencia más extrema que es el femicidio y todas las que la preceden -visibles o no-, que van minando la autoestima, la seguridad, aíslan y culpabilizan haciéndonos sentir merecedoras de lo que nos ocurre”.

El comunicado agrega:
“Este día, y todos los días, debemos visibilizar las violencias, micro y macro, en todos los ámbitos en los que desarrollamos nuestras vidas; las responsabilidades de quienes habilitan a que esto continúe sucediendo sin actuar y la obligación de cada una de nosotras y nosotros de involucrarnos como parte de una sociedad comprometida para no repetir ni replicar.”

La otra cara de la violencia: odio y discriminación

El último informe del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT+ registró 102 ataques entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2025. El salto es del 70% respecto del año anterior. Los datos muestran cómo el hostigamiento sobre identidades LGBT se volvió más común en un marco social que habilita la burla y la deshumanización.

Otra encuesta, presentada por Fundación Instituto Natura y Avon, mostró que el 87% de las mujeres vivió alguna forma de violencia. Apenas el 27% de la población alcanza un nivel alto de concientización sobre el problema. Las cifras reflejan una brecha evidente entre la gravedad del fenómeno y la capacidad de respuesta colectiva.

En la Ciudad, un mapa judicial que también preocupa

Una Unidad Fiscal Especializada en las Mujeres (UFEM) analizó los homicidios de mujeres que llegaron a sentencia en CABA. El informe señala que el 53% de los hechos cometidos con violencia de género consiguió una calificación de femicidio. Desde mediados de 2025, el 55% de las causas estudiadas alcanzó sentencia de primera instancia: 96 condenatorios y 10 absoluciones. El resto quedó archivado o reservado por motivos diversos.

La UFEM remarcó que en el 95% de los femicidios se identificó al agresor, pero los expedientes sin resolución siguen siendo muchos.

Memoria, justicia y acción en las calles

Como cada año, Atravesados por Femicidio instaló mariposas frente al Congreso, una por cada víctima. La organización recordó que esta acción también forma parte de las jornadas del 8M y del 3J. Sus integrantes expresaron preocupación por el negacionismo estatal y por la intención de eliminar la figura de femicidio del Código Penal.

Minerva Mirabal y un legado que no se apaga

Las hermanas Mirabal crecieron en una familia acomodada y aun así sufrieron persecución, cárcel, torturas y abusos por resistir al régimen. El 25 de noviembre de 1960, Minerva, Patria y María Teresa aparecieron muertas en un barranco dentro de un jeep junto a Rufino de la Cruz. La dictadura intentó presentar sus muertes como un accidente, pero el país sabía lo que había ocurrido.

Minerva había dicho: “si me mata yo sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte”. La frase cruzó generaciones y sostuvo luchas en toda la región.

En 2022, su hija Minou visitó la Argentina y reflexionó sobre ese legado:
“Los números siguen dándonos en la cara en materia de la violencia hacia las mujeres. Gracias precisamente al aporte de las latinoamericanas hoy, a nivel mundial hay un día dedicado a combatir la violencia hacia las mujeres, que es el 25 de noviembre, en honor a mi madre Minerva y a mi tía Marcia y María Teresa. En este momento, nosotras tenemos un grandísimo desafío y es entender que nuestras luchas tienen que ser vinculantes. Y que podemos, en la calle, poner los puntos en las agendas”.

Y añadió:
“Tenemos que dar el paso de la militancia, de la participación en la política, porque solo desde la política se toman las decisiones de políticas públicas, que son las que van a impactar y las que van a permitir que esos cambios que proponemos y que demandamos se conviertan en realidad tangible. Ese es el principal desafío.”

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