La salida de Diego Santilli de la Cámara de Diputados para sumarse al gabinete de Javier Milei generó un inesperado movimiento en la política bonaerense. Su reemplazante natural era Nelson Marino, un exfuncionario del municipio de La Plata investigado por presunta corrupción y enriquecimiento ilícito. Sin embargo, no llegará a jurar: no habrá sesiones hasta el 10 de diciembre, cuando vence el actual período legislativo.
Marino comenzó su trayectoria como dueño de una pequeña panadería en la zona de Abasto y, con el tiempo, se transformó en uno de los hombres de mayor confianza del exintendente Julio Garro. Ocupó el cargo de secretario de Gobierno y tuvo bajo su órbita la dirección de Cooperativas, área que años más tarde quedó en el centro de un escándalo judicial.
En 2019, la exconcejal radical Florencia Rollié denunció que entre 2016 y 2018 el municipio platense había desembolsado más de 2.085 millones de pesos que nunca llegaron a los cooperativistas. El Tribunal de Cuentas detectó graves irregularidades en los pagos: cooperativas inexistentes, listados sin firma y entrega de dinero en efectivo sin registro. Entre los apuntados aparecieron Marino, Liliana Lucha y Mauro Petrone.

El fiscal Marcelo Romero —actual funcionario del Ministerio de Seguridad— inició la investigación, que luego quedó a cargo de Álvaro Garganta en la UFI N°11. Según las pericias, Marino tenía responsabilidad política sobre el área donde se habrían desviado los fondos.
Años más tarde, nuevas revelaciones lo involucraron en un supuesto circuito de recaudación ilegal dentro de la Municipalidad de La Plata. Mensajes filtrados mostraron cómo empresarios eran derivados a Marino para destrabar pagos. En uno de esos chats, el entonces secretario de Coordinación, Oscar Negrelli, escribió: “Debo derivarte a Nelson”. Esa frase lo ubicó en el centro de las sospechas como “el cajero del intendente”, sindicado como el encargado de gestionar los cobros indebidos.
Mientras tanto, su patrimonio crecía sin explicación lógica: autos de alta gama, propiedades en barrios cerrados, una casa en Cariló y una empresa propia, Espumas Gada Flex SA, fundada en 2018.
Su nombre también apareció ligado a hechos violentos. Durante un asado en Villa Elisa fue golpeado y atacado a tiros tras una discusión por la “plata negra” de las cooperativas. “Te la vamos a cobrar a vos y a tu jefe”, le habrían dicho los agresores, según trascendidos periodísticos.
Con la renuncia de Santilli, el corrimiento en la lista de diputados nacionales colocaba a Marino en la línea directa de sucesión. Sin embargo, la falta de sesiones hasta el 10 de diciembre impedirá que asuma. En su lugar, lo haría Rubén Torres, del espacio de Sebastián Pareja.
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