5 de noviembre de 2025

Gracias a Caputo, se enfrió la recaudación y se profundiza la motosierra

Sin el aporte del Impuesto PAIS, el Ministro de Economía busca sostener la meta fiscal del 1,6% del PBI.

Con los números de octubre en la mira, el Gobierno se prepara para otro golpe a los ingresos públicos. Los datos preliminares de transferencias automáticas a provincias y a la Ciudad de Buenos Aires muestran que la recaudación nacional volvió a caer en términos reales, lo que obliga al ministro Luis Caputo a profundizar el ajuste fiscal si quiere cerrar el año con el superávit prometido al Fondo Monetario.

De acuerdo con estimaciones del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), la consultora Politikon Chaco y el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), los envíos a las jurisdicciones sumaron $5,485 billones en octubre, apenas 1% más que un año atrás en términos reales. El repunte del Impuesto a las Ganancias, que subió cerca de 12%, compensó parcialmente el estancamiento del IVA, que no mostró variaciones significativas.

“En conjunto, la recaudación de IVA e Impuesto a las Ganancias habría registrado una suba real interanual del 4,8%. No obstante, la caída en la recaudación de impuestos internos de 6,6% y el hecho de que octubre de 2024 tuvo ingresos extras por el blanqueo, generó que la coparticipación neta tuviera un incremento de solo el 1,5%”, detalló el IARAF.

El derrumbe más fuerte se dio en el Impuesto a los Bienes Personales, que retrocedió un 70% por el pago anticipado del año anterior. En contraste, el tributo a los combustibles subió 24% y el monotributo marcó un alza real del 125%.

Politikon Chaco observó que “el acumulado de los diez meses del año registró transferencias automáticas por $49,28 billones y una expansión del 2,2% interanual en términos reales”. Aunque la Coparticipación Federal se mantuvo casi sin cambios (+0,6%), los regímenes especiales y leyes complementarias terminaron con una baja del 2,7% en el año.

Además, la merma en la liquidación de divisas del agro durante octubre —ya que la mayoría se adelantó en septiembre— impactó en los derechos de exportación, lo que restó otro ingreso clave para el Tesoro.

En septiembre, los recursos nacionales habían caído 8,8% en términos reales. Con las señales que anticipa la coparticipación, octubre habría continuado en rojo, aunque con una contracción más leve.

El desafío de Caputo es reemplazar el flujo del Impuesto PAIS, que el año pasado aportó cerca del 1% del PBI y ahora dejó de tener el protagonismo fiscal que le permitió sostener los números durante los primeros meses de gestión.

Según el CEPA, Ganancias habría aumentado 13,1% y el IVA apenas 0,4%, lo que deja un crecimiento global de 1,3% interanual en las transferencias. Las diferencias entre cálculos responden a que todavía no se conoce el dato oficial de inflación de octubre.

Martín Polo, jefe de Estrategia de Cohen Aliados Financieros, analizó que al Gobierno le cuesta mantener la disciplina fiscal, pero “la está logrando”. En diálogo con inversores, señaló: “En los primeros nueve meses del año, los ingresos cayeron 1,5%, mientras que el gasto bajó 0,9%”. Lo definió como un “ajustecito” y no tanto una continuidad de la motosierra.

El compromiso con el FMI exige un resultado fiscal de 1,6% del PBI. Hasta septiembre, el Ministerio de Economía acumulaba un 1,3%, por lo que la meta todavía parece posible, aunque dependerá de un recorte más drástico en subsidios, obra pública, salarios estatales y otros gastos que no se mueven al ritmo de la inflación. Para cumplir, ese conjunto de partidas debería reducirse cerca del 16% hacia fin de año.

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