8 de octubre de 2025

El pollo volador: en un país «sin inflación», aumentó 4,4% en el último mes

Los pollos encabezan los aumentos en las carnes. Además, cortes como la falda y la picada impulsan subas con brechas según barrio y tipo de comercio.

En julio, el precio del pollo fresco trepó un 4,4% respecto a junio, según el relevamiento del Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina (IPCVA). En lo que va del año, la suba acumulada alcanzó el 25%, mientras que en los últimos doce meses el incremento llegó al 51,7%.

La carne vacuna, por su parte, mostró un movimiento más moderado: subió 1,4% en el mes, pero acumuló un alza del 31,2% desde enero y del 58,2% en comparación con julio de 2024.

El pechito de cerdo fue la excepción, con una leve caída del 0,4% en el mes. Aun así, en siete meses aumentó un 8% y en un año 57,9%.

En la comparación por zonas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el sur del conurbano fue el que más sintió el impacto, con un alza del 3,5% en julio. En Capital y en el norte bonaerense los precios subieron 1%, mientras que en el oeste casi no variaron.

La inflación de la carne también mostró diferencias según el tipo de comercio: las carnicerías y supermercados registraron un alza promedio del 1,3% en el último mes. En los barrios de mayor poder adquisitivo, los cortes subieron 3%; en los de ingresos medios, 1,5%; y en los de menor nivel económico, apenas 0,3%.

Entre los cortes que más aumentaron se destacaron la falda (3,1%), la picada y la carnaza común (2,9%), y el peceto (2,6%). En cambio, la nalga casi no tuvo variación (0,18%) y algunos cortes incluso bajaron, como el matambre (-1,5%) o el asado de tira (-0,13%).

En supermercados, cortes como el lomo y la colita de cuadril se ubican entre los más caros, mientras que otros como el asado, la falda o la picada común resultan más accesibles que en las carnicerías, aunque con diferencias de precio que en algunos casos superan el 30%.

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