El oscuro empresario al que Milei beneficia desde el Estado

Mientras el Gobierno enfría la economía para sostener el dólar, los amigos del poder multiplican negocios.

Mientras el ministro de Economía Luis Caputo ajusta las clavijas de la política monetaria para contener la presión sobre el dólar y llegar con algo de estabilidad al calendario electoral, dos empresarios con vínculos cruzados con el poder avanzan sin freno en sus propios planes. Eduardo Elsztain, cercano al oficialismo libertario, y José Luis Manzano, fortalecen sus negocios en rubros estratégicos como la minería, las telecomunicaciones y el sector inmobiliario.

Elsztain, que en 2023 hospedó a Javier Milei en su hotel Libertador durante la campaña presidencial, aceleró este año la comercialización de su proyecto Ramblas del Plata, en la ex ciudad deportiva de Boca. Allí vendió 13 de los primeros 14 lotes disponibles. A la vez, se convirtió en el principal accionista de la mina de oro Hualilán, en San Juan, que planea comenzar a producir en noviembre. También realizó inversiones en un yacimiento de plata en Salta y, según trascendió, evalúa participar en la compra de campos que el INTA podría subastar por orden del Ejecutivo, recopiló Alejandro Rebosio en El Diario Ar.

Manzano, por su parte, sigue creciendo en el sector energético y de comunicaciones. En Perú, adquirió la filial de Telefónica y una compañía minera. En Argentina, Edenor —empresa que maneja junto a Daniel Vila y Mauricio Filiberti— comenzó a diversificarse hacia la minería con compras en Catamarca. Aunque esta semana su yate de 50 millones de euros se incendió en Francia, sus negocios parecen a prueba de fuego.

Retroceso forzado de Caputo ante la presión del mercado

En paralelo, el plan económico de Caputo sufrió un traspié. El ministro había apostado a desarmar las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), que pagaban un 38%, para empezar a reducir tasas y estimular el repunte de la actividad. Sin embargo, el flujo de pesos impulsó una demanda creciente de dólares y la divisa norteamericana alcanzó los $1.300. Para evitar una corrida cambiaria en plena campaña, el Tesoro convocó a una licitación extraordinaria de Lecap con tasas más altas, del orden del 48%.

La jugada implica enfriar aún más una economía que ya venía desacelerándose. Si bien sectores como la minería, los bancos, Vaca Muerta o la venta de bienes durables mostraban cierta recuperación, el consumo masivo sigue en caída. La suba de tasas amenaza con frenar aún más el empleo y la actividad, pero el equipo económico parece dispuesto a pagar ese costo con tal de mantener el dólar bajo control antes de las elecciones de septiembre y octubre.

Volatilidad en puerta y dudas sobre el rumbo

“Empezamos a ver una caída del optimismo e incertidumbre electoral, pese al apoyo popular que conserva LLA, por lo que vamos a tener volatilidad cambiaria”, analizó Mauricio Monge, economista senior de Oxford Economics. Para él, el Gobierno busca sostener la estabilidad a fuerza de deuda, pero advierte que la estrategia es insostenible si no se acompaña con una corrección del tipo de cambio después de los comicios.

Desde la City porteña coinciden: si el dólar vuelve a quedarse atrás frente a la inflación, el mercado exigirá nuevas subas de tasas. Hoy, el peso dejó de ser la segunda moneda más apreciada del índice Big Mac y cayó al puesto 21 de 54. Pero cualquier señal de atraso podría desatar otra corrida.

El Gobierno todavía no logró la aprobación de la primera revisión del nuevo crédito con el FMI, cuyo plazo venció el 13 de junio. Para avanzar, deberá pedir un waiver. Hasta ahora, el Banco Central acumuló US$900 millones, sumó US$1.000 millones con bonos BONTE y otros US$2.000 millones mediante un crédito repo con bancos privados.

Promesas, privatizaciones y advertencias del campo

La Casa Rosada apuesta también a generar ingresos por privatizaciones: hay 18 empresas públicas en la mira, entre ellas Metrogas, de la cual YPF planea vender el 70%. Además, se espera lanzar concesiones para 13 corredores viales, unos 9.000 kilómetros de rutas nacionales. Sin embargo, la Cámara Argentina de la Construcción advirtió que el esquema es inviable. Los bancos dudan de financiar proyectos cuya rentabilidad dependa de tarifas que podría congelar un futuro gobierno.

En ese contexto, Javier Milei se reunió esta semana con la Mesa de Enlace, en la previa de la Exposición Rural. El encuentro buscó calmar los ánimos por la suba de retenciones. No hubo anuncios concretos, pero el mandatario deslizó la posibilidad de alivios impositivos. Cuando se mencionó la crisis del INTA, derivó el tema a Federico Sturzenegger. Y al ser consultado por las economías regionales, respondió: «Él se ocupaba de la macroeconomía y las cuentas públicas, y que ellos debían arreglar por su cuenta».

El Gobierno deposita muchas fichas en el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Milei llegó a decir que el programa traería US$47.000 millones. Hasta ahora se aprobaron apenas cinco proyectos por un total de US$16.000 millones. “Sólo van las mineras y petroleras por los beneficios del RIGI”, señala Monge desde México.

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