Al muro de los lamentos: el Senado aprobó el aumento a jubilados y la emergencia en discapacidad

Milei tensiona con gobernadores y anuncia vetos tras una sesión que exhibió su debilidad política.

El Senado vivió una jornada de alta tensión que marcó un fuerte revés político para Javier Milei. La oposición y los gobernadores lograron avanzar con un paquete de iniciativas que van desde mejoras en los haberes jubilatorios hasta una ley de emergencia en discapacidad y cambios en la distribución de fondos federales. Con mayorías aplastantes y, en varios casos, votaciones unánimes, la Cámara alta dejó al Ejecutivo en una situación incómoda que derivó en la amenaza presidencial de vetar todo lo aprobado.

Durante una sesión que se prolongó por más de doce horas, el Senado sancionó el aumento de las jubilaciones —que eleva el bono extraordinario y actualiza los montos según la inflación—, prorrogó la moratoria previsional y revalidó la declaración de emergencia en Bahía Blanca, vetada por Milei semanas atrás. Además, se aprobaron proyectos impulsados por gobernadores que plantean una redistribución automática de los Adelantos del Tesoro Nacional (ATN) y el reparto coparticipable del Impuesto a los Combustibles Líquidos, temas que ahora pasarán a Diputados.

La contundencia de los resultados contrastó con la estrategia oficialista, que intentó trabar la sesión desde el inicio. El jefe del bloque libertario, Ezequiel Atauche, llegó a desconocer la validez del encuentro legislativo y sostuvo que “la cantidad de nulidades es infinita, y por ende vamos a impugnar y no vamos a reconocer los dictámenes ni la validez de esta sesión autoconvocada y sin antecedentes”. La maniobra fue interpretada como una forma de demorar el tratamiento, pero fracasó cuando 42 senadores habilitaron el temario con amplia mayoría.

Mientras tanto, en el exterior del Congreso se congregaron organizaciones de jubilados y familias con personas con discapacidad que reclamaban la aprobación de los proyectos. Patricia Bullrich desplegó un operativo de seguridad que no logró desalentar la movilización. Adentro, las diferencias políticas se hicieron inocultables. La vicepresidenta Victoria Villarruel también intentó bloquear el proceso legislativo al declarar inválidos los dictámenes, lo que le valió reproches inmediatos. “Usted representa al Ejecutivo, usted no puede considerar; usted debe poner a consideración del pleno. Es como si un árbitro quisiera patear un penal”, le recordó el senador José Mayans en uno de los cruces más tensos.

El bloque de Unión por la Patria definió un orden de tratamiento que buscó garantizar la permanencia del quórum. La primera iniciativa aprobada fue el incremento de los haberes jubilatorios en un 7,2%, la suba del bono a 110 mil pesos y su actualización automática. El proyecto contó con 52 votos afirmativos y cuatro abstenciones. La votación tuvo que hacerse a mano alzada porque el sistema electrónico quedó fuera de servicio. “Me dijeron que Atauche fue y sacó el fusible del tablero. Es una vergüenza lo que están haciendo. Usted debería salir de la sesión, retírese y entregue la presidencia a Silvia Sapag”, ironizó Mayans ante el presidente accidental Bartolomé Abdala.

A continuación, el Senado aprobó la prórroga de la moratoria previsional, que había vencido en marzo, con 39 votos a favor, 14 en contra y una abstención. Más tarde, por unanimidad, se sancionó la emergencia para personas con discapacidad. La ley establece la actualización automática del nomenclador de prestaciones, la recomposición de aranceles atrasados desde 2023 y el ajuste mensual de las pensiones. Durante el debate, el senador Luis Juez expresó: “Este tema me atraviesa. La sociedad mira, pero no ve. Quizás hay una mirada de lástima, pero nuestros hijos son invisibles. No puedo hacerme el tonto, esta ley viene a reparar”.

El cierre de esa discusión estuvo a cargo de Anabel Fernández Sagasti, que lanzó un mensaje cargado de crítica moral: “Hay una emergencia moral y de valores. Esto no es un tema entre privados, como dijo el Gobierno nacional. Ni siquiera es una cuestión de caridad. Es una cuestión de derechos, y de derechos internacionales”.

El Senado también insistió, otra vez por unanimidad, con la emergencia para Bahía Blanca. La votación de 51 votos afirmativos buscó desarticular el veto que Milei había firmado bajo el argumento de que los fondos ya se habían girado. Juliana Di Tullio explicó que ahora la Cámara Baja tendrá la última palabra: “Así como la Constitución contempla el veto presidencial, también contempla la insistencia del Senado con dos tercios de los presentes. Aunque Milei no quiera, nosotros insistimos. Ahora debemos alcanzar los dos tercios en Diputados para que efectivamente sea ley”.

Hacia el final de la sesión, los gobernadores lograron la aprobación preliminar de dos proyectos clave: uno que hace automáticos los ATN y otro que reparte el Impuesto a los Combustibles Líquidos entre las provincias. Ambos obtuvieron 56 votos favorables y apenas uno en contra. Fue el corolario de una jornada que exhibió el desgaste político del Ejecutivo.

El senador Fernando Salino sintetizó el trasfondo de la disputa con un mensaje dirigido al oficialismo: “El superávit no se va a caer con estos proyectos. Ya se cayó y se sostuvo en las provincias, universidades, jubilados y los más vulnerables. Ésta es la verdadera situación. Tienen controlados los principales precios de la economía: acuerdos salariales, tipo de cambio, y precio de bienes y servicios”.

Pese a la presión pública y privada de la Casa Rosada, los gobernadores de Juntos por el Cambio no aceptaron votar en contra de sus propias provincias. La respuesta de Milei llegó pocas horas después: desde un acto en la Bolsa de Comercio, adelantó que vetará todo lo sancionado. La disputa recién empieza.

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