15 de enero de 2025

Milei volverá a incumplir su promesa de bajar impuestos

El Gobierno enfrentará restricciones para bajar impuestos en 2025 y analiza una reforma tributaria con impacto recién en 2026.

Un informe del economista Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), sostiene que el Ejecutivo nacional no tendrá margen para implementar rebajas impositivas durante este año, según las estimaciones proyectadas en el presupuesto 2025 que no será debatido en el Congreso.

Argañaraz remarcó que la eliminación del Impuesto PAIS y las modificaciones al tributo de Bienes Personales, sumado al agotamiento de ingresos extraordinarios del 2024, como moratorias y blanqueos, complican la posibilidad de ofrecer alivios fiscales a los contribuyentes. Según el economista, el Gobierno enfrentará el desafío de compensar una caída equivalente al 1,4% del Producto Bruto Interno (PBI).

La pérdida del Impuesto PAIS: el factor clave

El Impuesto PAIS, que hasta 2024 representó un ingreso no coparticipable, será el mayor golpe a la recaudación. Según Argañaraz, su eliminación obligará a buscar recursos adicionales a través de otros gravámenes como Ganancias, Combustibles, Retenciones a las exportaciones y Aportes a la Seguridad Social. Sin embargo, la mayoría de estas opciones no alcanzan a equilibrar las cuentas.

“Si bien se espera que ciertos impuestos recuperen terreno, las restricciones fiscales impedirían aplicar reducciones significativas durante este año. Una posible reforma tributaria, en cambio, podría plantearse para implementarse en 2026”, explicó el director del IARAF.

¿Un cambio estructural en la mira?

El Gobierno adelantó su intención de reformar el sistema tributario nacional, con el objetivo de reducir los tributos principales a tan solo seis. Sin embargo, este plan requiere que provincias y municipios también disminuyan sus cargas fiscales, lo que representa un desafío político y operativo significativo.

En conclusión, la posibilidad de un alivio fiscal en el corto plazo parece lejana, mientras el Ejecutivo prioriza equilibrar los ingresos públicos frente a las caídas proyectadas. 2025 se presenta como un año de transición en materia impositiva, con la esperanza de que una reforma estructural pueda sentar las bases para un sistema más simplificado en el futuro.

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